
Terminamos el 2020, año fatídico en muchos aspectos, al menos con el buen sabor de haber podido realizar, aunque no todos los asistentes, por restricciones de comunidades, el Taller de fotografía en Toledo que cada año realizamos en Toledo, la ciudad de las tres culturas.
Un fin de semana que hemos podido aprovechar para practicar y explicar entre otras; la gestión de la búsqueda de localizaciones, que es uno de los aspectos más importantes en la fotografía de viajes, o el uso de app específicas tanto de cálculo de sol y luna como de ángulos, parábolas y perspectiva de realidad aumentada, que cada vez son más usadas en fotografía de viajes y naturaleza.
A pesar de que este año, apenas hemos podido realizar cuatro de los dieciséis talleres de fotografía programados, Cádiz, Aínsa, Siresa y Toledo y solo dos viajes fotográficos de los nueve programados, hemos podido resistir gracias los CURSOS PRIVADOS y a diversificar nuestra actividad en encargos corporativos y publicitarios, y aprovechado también para dedicar un espacio importante de tiempo, en formación.
De nuestro último taller aquí os dejo algunas instantáneas de mi móvil, si bien las fotos de verdad, las buenas, se las llevaron los alumnos en sus tarjetas.
Nos vemos en el siguiente taller de fotografía invernal que es a finales de enero en Roncesvalles, para descubrir la magia del invierno en el bosque navarro, si es posible y nos deja éste bicho. 😉