No podemos creernos que ya hayan pasado diez años desde que ésta aventura comenzó. Nuestra ilusión por poder aunar la pasión por el viaje y la fotografía, era un sueño, que muchos podemos tener, aunque llevarlo a la práctica exige, como todo en la vida, mucho esfuerzo, además trabajo, ilusión y perseverancia….pues de otra manera no habríamos llegado a escribir este post, casi diez años después.
Nuestra manera de hacer realidad «Photolocus«, comenzó con la adaptación de lo que ya habíamos experimentado años atrás con mi amigo, Fernando Hernández en otro proyecto similar y pionero, en 2003-2006 que se llamó Labatirural.com que estaba destinado a la difusión de entornos rurales, a través de la organización de actividades de fotografía y que estaban estrechamente ligadas a difusión medioambiental con un componente claro de desarrollo rural, en diversas zonas del pirineo aragonés y Zaragoza.
Esto nos sirvió de plataforma de aprendizaje y experimentación gracias a pequeños grupos de personas interesadas y amigos que se apuntaban a las actividades. Apenas cuatro talleres de fin de semana o seis en el mejor de los casos, al año fue nuestro inicio. Poco después la colaboración de empresas como EVADIUM, con Josep Egea, responsable e ideólogo de la escapada temática, que operaba desde Madrid fue igualmente aportando clientes y experiencias nuevas para dar salida y complementar estas nuevas actividades con asistentes de Barcelona o Madrid. En aquel entonces tuvimos la suerte de conocer además a grandes personas y fotógrafos docentes que igualmente colaboraban con EVADIUM, cómo Juan García Gálvez o Miguel Angel Muñoz Pellicer, personas que a mi me han marcado de alguna manera el recorrido como profesional de la fotografía.

Después de ir diseñando itinerarios y actividades de fotografía en el Pirineo aragonés, los Monegros o el Delta del Ebro, con el boca a boca, y la inercia de esa escapada temática de EVADIUM, con quien colaboramos al menos dos años, más tarde la idea evolucionó y aquello se convertiría en la aventura fotográfica en Photolocus. En aquel entonces fuimos pioneros, en darle forma a la incipiente demanda de los talleres de fotografía, los cursos de fotografía o de los bonos y vales regalo de fotografía algo que pronto irían también integrando otros portales, fotógrafos y colectivos de manera un tanto «original». Siempre hemos estado orgullosos de que otros copiaran, algunos de nuestros movimientos, eso reafirmaba que estábamos haciendo las cosas bien, o al menos éramos más originales que el resto. Nunca hemos reprochado que otros lo hicieran, más bien, nos ha alegrado ser de los primeros a los que se les ocurrio, aunque hemos dicho siempre.. «¡adelante, ahora hay que demostrarlo!..»
Sabíamos por experiencia que no es un camino fácil y siempre ha requerido de un fuerte componente vocacional y capacidad de hacer maravillas con el calendario y timming. Conducir tres horas de ida y otras tres de vuelta, para impartir un curso a dos alumnos en Valencia o Barcelona, pero una hora antes, había fallado el tercero, a veces era un esfuerzo no muy rentable, pero que nos ayudó a ir haciendo amigos y poner por encima de todo interés económico a corto plazo, la visión de un futuro al que dedicar todas nuestras energías. Dejar a cada cliente contento y satisfecho, pues sabíamos que volverían. Hoy nuestra tasa de repetidores en las actividades de fin de semana es del 42%.

Dar talleres en fin de semana era lo que empezaba a verse, y nosotros sabíamos que la única forma de hacerse hueco era competir, tanto en destinos que conocíamos muy bien, como en diferenciarnos con el número máximo de asistentes que siempre han sido 9 + profesor para conseguir del curso una experiencia muy cercana y familiar. NO hacíamos sino recopilar todas las quejas y descontentos de los asistentes en otros cursos e intentar solventarlas. Eso ha sido la mejor idea que tuvimos desde el principio. Oir, ver y actuar, sin más pretensiones. Ver lo que otros hacían mal, y tratar de hacerlo bien. No damos clases magistrales, ni masterclass, ni vendemos ninguna marca, eso ya lo hacen muchos.

Nuestra mayor exigencia ha sido ir adaptando la oferta conforme los hábitos de nuestros clientes o las tendencias iban en una u otra dirección y mantener desde el principio los precios mínimos que nos permitieran realizar con garantías cada mes todas nuestras actividades. Un mínimo de cinco asistentes y un máximo de nueve para poder dedicarle el tiempo a cada asistente que necesita. Hay un dato curioso y es que seguimos cobrando lo mismo hace diez años, porque hemos sido capaces de optimizar los costes al máximo y reunificar itinerarios, viajes y actividades cada mes en una agenda realmente muy completa y eficiente.
Otro tema era además combinar esas actividades de fin de semana y hacer cursos intensivos de un día entre semana cada mes en las principales ciudades era algo nuevo, y nuestro. Había que darle salida, forma y rentabilidad. Algo que costó pero como todo, se ha ido transformando a lo largo de estos años y ha ido cambiando conforme los tiempos lo han requerido.
Nuestro comienzo en plena crisis económica 2009, no fue inconveniente para intentar dar a conocer una filosofía de aprendizaje en fotografía, multimarca, sin pretensiones, rápida, sencilla y variada con actividades de todo tipo y de forma continuada, mes a mes. El reto además de los talleres de fin de semana, era poder organizar cada mes en la ciudades actividades intensivas de fotografía para grupos siempre pequeños de 3 a 5 alumnos en las principales ciudades que están a un radio de 300km de Zaragoza incluida, llegando a Madrid, Guadalajara, Barcelona, Lleida, Tarragona, Huesca, Guadalajara, Valencia, Teruel, Logroño, Pamplona, Bilbao, Vitoria y San Sebastián…..casi nada..!!!!!

Este tipo de actividad requería de una buena planificación pues para hacer que fuera rentable era necesario complementar con otras actividades paralelas, como cursos privados, encargos de clientes o en una palabra aprovechar el viaje, en caso de cancelaciones de última hora con reportajes de stock u o visitas a posibles clientes del ámbito profesional.
Aunque durante los primeros cinco años hasta 2014 se fueron manteniendo actividades, en cada ciudad, llegando a realizar en ocasiones 13 cursos intensivos algún mes, uno por ciudad, siempre que hubiera un mínimo de asistentes claro, poco a poco se fueron adaptando la oferta a la demanda y los cursos intensivos grupales y convocatorias mensuales de cada ciudad se fueron convirtiendo a los cursos privados, una fórmula personalizada, con fecha concreta concertada por el alumno, en la que la realización estaba garantizada y no supeditada a un número mínimo de plazas, como las convocatorias grupales intensivas. Este ajuste permitió de manera más fluída llegar a un número mayor de asistentes y economizar recursos, pudiendo complementar la eliminación de algunas ciudades con muy poca demanda, sin dejar de impartir cursos más adaptados a las mismas. Todo un reto que nos ayudó a evolucionar y no darnos por vencidos en poder enseñar fotografía de forma rápida e intensiva, tanto de cámaras de móvil como de reflex, sin espejo o cámaras de acción tipo GoPro , allá donde nos lo pidieran.

En estos años hemos crecido, somos más de un millar de clientes y amigos, algo que es increíble para nosotros y por ello un motivo de enorme satisfacción, la gran familia de photolocus ha ido aumentando y ella, todos nosotros, vosotros sois los responsables de haber podido hacer realidad a lo largo de estos diez años, convertir un hobbie en mucho más.
Precisamente Photolocus ha servido de instrumento para dar, compartir, de aportación importante y generador de una parte de esa riqueza local con todos esos pequeños proyectos de desarrollo rural, colaborando con hoteles, restaurantes de los de siempre, negocios y guías locales, artesanos, queserías o demás agentes de la economía local y que a través de la fotografía, la difusión medioambiental han dado a conocer y acercado a los habitantes de las grandes urbes nuestro patrimonio rural, con la excusa de la fotografía.

Hoy en 2018-2019, los Talleres de fin de semana ya suman una treintena de actividades al año, en los que a una media de 8-9 asistentes cada taller, conseguimos acercar a más de dos centenares de personas al año, a lugares «photolocus» que creemos de interés paisajístico, histórico y cultural idóneos para la fotografía. Al mismo tiempo sirven como terapia y válvula de escape creativa para muchos de los que nos acompañan a cada taller, pero también como herramienta eficiente de promoción y difusión del entorno que visitamos, poniendo en conocimiento y priorizando la posible vulnerabilidad y respeto hacia dicho paraje si es natural, o la importancia a nivel histórico o patrimonial del lugar en cuestión.
Todo aquello que se conoce es más fácil de valorar, puesto que la mejor arma contra los descuidos o amenazas medioambientales, la desidia, es la cultura y la educación.

Si hacemos una lista de los destinos que desde hace años llevamos realizando, podemos ver en cada uno de ellos que se juntan todos esos componentes que hacen de nuestras localizaciones, no sólo un lugar en donde hacer fotografía, sino una experiencia variada que mezcla temáticas diferentes dentro de la fotografía de paisaje, arquitectura, nocturna, de viaje, de avifauna, macro, urbana o rural. A todas ellas se han ido añadiendo conforme lo que nuestro cliente y amigos nos habéis pedido, nuevos retos y actividades en los que incluir la tecnología que nos va marcando el presente y futuro de la aventura fotográfica y sabemos que los seguirá haciendo estemos ya o no para contarlo.

No hablamos ya de nuestras veintiocho ediciones a Islandia, que cumplimos en febrero de 2019 o loslviajes a Eslovenia, Toscana, Portugal, eso lo dejamos para otro post para no alargar mucho más éste.
Nuestra misión, objetivo ha quedado claro, en estos diez años, a pesar de los errores, aciertos y fracasos de cada día, el movimiento se demuestra andando, en la manera de hacer las cosas, en mantener en el tiempo lo que nos habéis pedido, pues por encima de cualquier interés propio, económico o lucrativo, está las ganas de hacer las cosas bien, de forma original, y sobre todo la ética profesional y moral que finalmente nos demuestra que no todo vale, y el estar hoy aquí a las puertas de 2019 liados con más trabajo que nunca, organizando y cuadrando nuestra agenda para que podáis disfrutar de la fotografía como una actividad que os haga vibrar y sentir especiales. Esa es nuestra mayor recompensa.

El año que viene preparamos una gran quedada para toda la familia photolocus, concretamente el 15,16 y 17 marzo 2019 para todos los que habéis hecho posible este X aniversario y al que estáis invitados, y que muy pronto tendréis más detalles. Guardar esa fecha en la agenda pues será una oportunidad de volvernos a ver después de unos cuantos años con muchos de vosotros.
Un comentario en “2019 celebramos nuestro X aniversario”