No pensábamos que íbamos a ser muchos, pero en apenas unas semanas hemos completado las reservas de todas las habitaciones del hotel Castillo D’acherde Siresa, en donde celebramos el X aniversario de Photolocus en el Pirineo aragonés, justo donde empezó nuestra aventura fotográfica en 2009.
Nos han comunicado del propio Hotel castillo D’acher que también disponen de varios apartamentos, por si alguno se ha rezagado y se ha quedado sin reservar noche para ese fin de semana, del 16 y 17 de marzo de 2019, por lo que podéis llamar al teléfono del hotel, 974 37 53 13 y os darán precios.
Recordar que la pensión completa en el Hotel Castillo D’acher en habitación doble compartida son 60€/persona/noche y en habitación individual de 70€/persona/noche. Para todos los demás, que se alojan en otros hoteles, el precio del menú (comidas y/o cenas) es de 15€ cada uno en el hotel Castillo D’acher.
Otros alojamientos para dormir ese fin de semana
Como ya pusimos en el e-mail de confirmación del registro de la actividad, en la localidad de Hecho, a tan solo 3 kilómetros, tenéis como recomendado el Camping Valle de Hecho que dispone también de casas de madera tipo bungalows , perfectamente equipadas, tanto para personas que viajan solas como para varias. Podéis reservar en éste mismo teléfono; 974 37 53 61 o en la propia web del camping que es: www.campinghecho.com
Ya hemos enviado las invitaciones a todos los clientes de photolocus a través del newsletter. En él tenéis todos los detalles para la inscripción al evento del fin de semana que se celebrará el 16 y 17 de marzo de 2019.
Iremos poniendo más detalles de la programación y actividades en las próximas semanas.
No podemos creernos que ya hayan pasado diez años desde que ésta aventura comenzó. Nuestra ilusión por poder aunar la pasión por el viaje y la fotografía, era un sueño, que muchos podemos tener, aunque llevarlo a la práctica exige, como todo en la vida, mucho esfuerzo, además trabajo, ilusión y perseverancia….pues de otra manera no habríamos llegado a escribir este post, casi diez años después.
Nuestra manera de hacer realidad «Photolocus«, comenzó con la adaptación de lo que ya habíamos experimentado años atrás con mi amigo, Fernando Hernández en otro proyecto similar y pionero, en 2003-2006 que se llamó Labatirural.com que estaba destinado a la difusión de entornos rurales, a través de la organización de actividades de fotografía y que estaban estrechamente ligadas a difusión medioambiental con un componente claro de desarrollo rural, en diversas zonas del pirineo aragonés y Zaragoza.
Curso de fotografía en Sierra Mágina
Curso de fotografía en Los Valles Occidentales
Curso fotografía en Monegros. Fernando Hernández el primero por la izquierda
Esto nos sirvió de plataforma de aprendizaje y experimentación gracias a pequeños grupos de personas interesadas y amigos que se apuntaban a las actividades. Apenas cuatro talleres de fin de semana o seis en el mejor de los casos, al año fue nuestro inicio. Poco después la colaboración de empresas como EVADIUM, con Josep Egea, responsable e ideólogo de la escapada temática, que operaba desde Madrid fue igualmente aportando clientes y experiencias nuevas para dar salida y complementar estas nuevas actividades con asistentes de Barcelona o Madrid. En aquel entonces tuvimos la suerte de conocer además a grandes personas y fotógrafos docentes que igualmente colaboraban con EVADIUM, cómo Juan García Gálvez o Miguel Angel Muñoz Pellicer, personas que a mi me han marcado de alguna manera el recorrido como profesional de la fotografía.
Josep Egea de EVADIUM en 2008 con quien tuvimos la suerte de poder colaborar y poner en común ideas en torno a la organización de actividades y afición a la fotografía
Después de ir diseñando itinerarios y actividades de fotografía en el Pirineo aragonés, los Monegros o el Delta del Ebro, con el boca a boca, y la inercia de esa escapada temática de EVADIUM, con quien colaboramos al menos dos años, más tarde la idea evolucionó y aquello se convertiría en la aventura fotográfica en Photolocus. En aquel entonces fuimos pioneros, en darle forma a la incipiente demanda de los talleres de fotografía, los cursos de fotografía o de los bonos y vales regalo de fotografía algo que pronto irían también integrando otros portales, fotógrafos y colectivos de manera un tanto «original». Siempre hemos estado orgullosos de que otros copiaran, algunos de nuestros movimientos, eso reafirmaba que estábamos haciendo las cosas bien, o al menos éramos más originales que el resto. Nunca hemos reprochado que otros lo hicieran, más bien, nos ha alegrado ser de los primeros a los que se les ocurrio, aunque hemos dicho siempre.. «¡adelante, ahora hay que demostrarlo!..»
Sabíamos por experiencia que no es un camino fácil y siempre ha requerido de un fuerte componente vocacional y capacidad de hacer maravillas con el calendario y timming. Conducir tres horas de ida y otras tres de vuelta, para impartir un curso a dos alumnos en Valencia o Barcelona, pero una hora antes, había fallado el tercero, a veces era un esfuerzo no muy rentable, pero que nos ayudó a ir haciendo amigos y poner por encima de todo interés económico a corto plazo, la visión de un futuro al que dedicar todas nuestras energías. Dejar a cada cliente contento y satisfecho, pues sabíamos que volverían. Hoy nuestra tasa de repetidores en las actividades de fin de semana es del 42%.
Taller de fotografía con EVADIUM en Delta de Ebro 2008
Dar talleres en fin de semana era lo que empezaba a verse, y nosotros sabíamos que la única forma de hacerse hueco era competir, tanto en destinos que conocíamos muy bien, como en diferenciarnos con el número máximo de asistentes que siempre han sido 9 + profesor para conseguir del curso una experiencia muy cercana y familiar. NO hacíamos sino recopilar todas las quejas y descontentos de los asistentes en otros cursos e intentar solventarlas. Eso ha sido la mejor idea que tuvimos desde el principio. Oir, ver y actuar, sin más pretensiones. Ver lo que otros hacían mal, y tratar de hacerlo bien. No damos clases magistrales, ni masterclass, ni vendemos ninguna marca, eso ya lo hacen muchos.
Taller de fotografía en Cañón de Río Lobos 2009
Nuestra mayor exigencia ha sido ir adaptando la oferta conforme los hábitos de nuestros clientes o las tendencias iban en una u otra dirección y mantener desde el principio los precios mínimos que nos permitieran realizar con garantías cada mes todas nuestras actividades. Un mínimo de cinco asistentes y un máximo de nueve para poder dedicarle el tiempo a cada asistente que necesita. Hay un dato curioso y es que seguimos cobrando lo mismo hace diez años, porque hemos sido capaces de optimizar los costes al máximo y reunificar itinerarios, viajes y actividades cada mes en una agenda realmente muy completa y eficiente.
Otro tema era además combinar esas actividades de fin de semana y hacer cursos intensivos de un día entre semana cada mes en las principales ciudades era algo nuevo, y nuestro. Había que darle salida, forma y rentabilidad. Algo que costó pero como todo, se ha ido transformando a lo largo de estos años y ha ido cambiando conforme los tiempos lo han requerido.
Este tipo de actividad requería de una buena planificación pues para hacer que fuera rentable era necesario complementar con otras actividades paralelas, como cursos privados, encargos de clientes o en una palabra aprovechar el viaje, en caso de cancelaciones de última hora con reportajes de stock u o visitas a posibles clientes del ámbito profesional.
Aunque durante los primeros cinco años hasta 2014 se fueron manteniendo actividades, en cada ciudad, llegando a realizar en ocasiones 13 cursos intensivos algún mes, uno por ciudad, siempre que hubiera un mínimo de asistentes claro, poco a poco se fueron adaptando la oferta a la demanda y los cursos intensivos grupales y convocatorias mensuales de cada ciudad se fueron convirtiendo a los cursos privados, una fórmula personalizada, con fecha concreta concertada por el alumno, en la que la realización estaba garantizada y no supeditada a un número mínimo de plazas, como las convocatorias grupales intensivas. Este ajuste permitió de manera más fluída llegar a un número mayor de asistentes y economizar recursos, pudiendo complementar la eliminación de algunas ciudades con muy poca demanda, sin dejar de impartir cursos más adaptados a las mismas. Todo un reto que nos ayudó a evolucionar y no darnos por vencidos en poder enseñar fotografía de forma rápida e intensiva, tanto de cámaras de móvil como de reflex, sin espejo o cámaras de acción tipo GoPro , allá donde nos lo pidieran.
Curso de Fotogastromicología en 2010
En estos años hemos crecido, somos más de un millar de clientes y amigos, algo que es increíble para nosotros y por ello un motivo de enorme satisfacción, la gran familia de photolocus ha ido aumentando y ella, todos nosotros, vosotros sois los responsables de haber podido hacer realidad a lo largo de estos diez años, convertir un hobbie en mucho más.
Precisamente Photolocus ha servido de instrumento para dar, compartir, de aportación importante y generador de una parte de esa riqueza local con todos esos pequeños proyectos de desarrollo rural, colaborando con hoteles, restaurantes de los de siempre, negocios y guías locales, artesanos, queserías o demás agentes de la economía local y que a través de la fotografía, la difusión medioambiental han dado a conocer y acercado a los habitantes de las grandes urbes nuestro patrimonio rural, con la excusa de la fotografía.
Taller de fotografía de viajes en los Valles Occidentales
Hoy en 2018-2019, los Talleres de fin de semana ya suman una treintena de actividades al año, en los que a una media de 8-9 asistentes cada taller, conseguimos acercar a más de dos centenares de personas al año, a lugares «photolocus» que creemos de interés paisajístico, histórico y cultural idóneos para la fotografía. Al mismo tiempo sirven como terapia y válvula de escape creativa para muchos de los que nos acompañan a cada taller, pero también como herramienta eficiente de promoción y difusión del entorno que visitamos, poniendo en conocimiento y priorizando la posible vulnerabilidad y respeto hacia dicho paraje si es natural, o la importancia a nivel histórico o patrimonial del lugar en cuestión.
Todo aquello que se conoce es más fácil de valorar, puesto que la mejor arma contra los descuidos o amenazas medioambientales, la desidia, es la cultura y la educación.
Silueta de los asistentes en un Taller de Monegros en 2014
Si hacemos una lista de los destinos que desde hace años llevamos realizando, podemos ver en cada uno de ellos que se juntan todos esos componentes que hacen de nuestras localizaciones, no sólo un lugar en donde hacer fotografía, sino una experiencia variada que mezcla temáticas diferentes dentro de la fotografía de paisaje, arquitectura, nocturna, de viaje, de avifauna, macro, urbana o rural. A todas ellas se han ido añadiendo conforme lo que nuestro cliente y amigos nos habéis pedido, nuevos retos y actividades en los que incluir la tecnología que nos va marcando el presente y futuro de la aventura fotográfica y sabemos que los seguirá haciendo estemos ya o no para contarlo.
Taller de fotografía en Soria 2016
No hablamos ya de nuestras veintiocho ediciones a Islandia, que cumplimos en febrero de 2019 o loslviajes a Eslovenia, Toscana, Portugal, eso lo dejamos para otro post para no alargar mucho más éste.
Nuestra misión, objetivo ha quedado claro, en estos diez años, a pesar de los errores, aciertos y fracasos de cada día, el movimiento se demuestra andando, en la manera de hacer las cosas, en mantener en el tiempo lo que nos habéis pedido, pues por encima de cualquier interés propio, económico o lucrativo, está las ganas de hacer las cosas bien, de forma original, y sobre todo la ética profesional y moral que finalmente nos demuestra que no todo vale, y el estar hoy aquí a las puertas de 2019 liados con más trabajo que nunca, organizando y cuadrando nuestra agenda para que podáis disfrutar de la fotografía como una actividad que os haga vibrar y sentir especiales. Esa es nuestra mayor recompensa.
Canal de Photolocus en Vimeo en donde estan subidos la mayoría de los viajes fotográficos que hemos realizado. http://vimeo.com/chnd
El año que viene preparamos una gran quedada para toda la familia photolocus, concretamente el 15,16 y 17 marzo 2019 para todos los que habéis hecho posible este X aniversario y al que estáis invitados, y que muy pronto tendréis más detalles. Guardar esa fecha en la agenda pues será una oportunidad de volvernos a ver después de unos cuantos años con muchos de vosotros.
En 2003 empezamos con las actividades de difusión medioambiental en entornos rurales del Pirineo dentro del proyecto de LabatiRural, nunca imaginé que quince años después, más de la mitad de los fines de semana del año, los iba a dedicar a guiar a personas y mostrar éstos y otros entornos del medio rural con la excusa de la fotografía.
Complementarse y evolucionar como los hábitos de nuestros clientes año tras año ha tenido que ser clave de esta andadura, de diseñar actividades atractivas, pero en esencia, tratando de seguir la línea que marcamos entonces y que no varía mucho de la actual que es y era, generar riqueza en el medio rural a través de actividades culturales y creativas y servir al mismo tiempo, de propulsor efectivo de lugares y núcleos con localizaciones fotográficas de especial interés paisajístico, lo que hoy es a través de «Photo» «Locus», la excusa para dar a conocer primero el valor cultural y medioambiental como territorio y mostrar así la vulnerabilidad de según qué entornos y la necesidad de nuestro granito de arena, ante la indiferencia total de las instituciones y gobernantes, manipulados desde siempre ante los poderes económicos.
Ha llovido mucho desde entonces y precisamente por ello quería aprovechar un post en este blog de fotolocus, mostrando la filosofía que nos hizo empezar con una idea que ha demostrado ser alternativa eficiente, barata y muy rápida de promoción y difusión de muchas zonas rurales que poseen un gran potencial por su patrimonio natural y patrimonial, los cuales simplemente a través de la visita y acercamiento del resto de la sociedad, que descubren en ello, una forma de vida, sana, en privilegiado equilibrio con la naturaleza, son foco de atención y epicentro para generar riqueza a través de actividades culturales y medioambientales que antes estaban infravaloradas como los propios núcleos.
La planificación, organización y realización de actividades, talleres, formación, tours fotográficos y otras relacionadas, confieren además de una desestacionalización para algunas localidades remotas, aprovechando fuera del periodo estival, en épocas como otoño o primavera, y al mismo tiempo, una publicidad mucho más efectiva y barata comparada con el coste millonario de folletos y prácticas quizá ya algo desfasadas por el medio en el que son presentadas y el formato que se realizan.
Con mucha imaginación y queriendo hacer las cosas bien, se consigue mucho, como hemos demostrado, en estos años, autofinanciando proyectos y actividades en cualquier zona, con un coste igual o cercano a cero, y generando una buena publicidad acorde que sale de la gestión de la propia actividad, sin ayudas institucionales o fundacionales, pues hay muchas más maneras de hacer llegar el mensaje a la demanda del mercado de hoy.
Desde Photolocus cuando apostamos por actividades de fin de semana en primavera u otoño, no fué fácil, con destinos de entorno rural como Los Valles Occidentales, Monegros, Pallars Sobirà, Matarraña, Gúdar, Javalambre o Roncesvalles, sabíamos que costaría llevar a la gente de las ciudades hasta allí, desde Asturias, Galicia, Castilla la mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco e incluso Andalucía, y costó, pero poco a poco nos fuimos sorprendiendo nosotros mismos del interés y afinidad que había con nuestra filosofía que no oportunismo, y finalmente hemos podido afianzar un calendario de veinte destinos de talleres de fin de semana, pudiendo realizar cada año al menos una edición de dicho Taller fotográfico, en cada destino e incluso en varias estaciones, otoño, primavera e invierno en Navarra y Aragón.
Con la excusa de aquel entonces, y siempre con ilusión, echando también la vista atrás, hemos contabilizado la organización de más de un millar de actividades (+ de 1000) desde 2003, en quince años, y la mayoría desde 2009 como photolocus de plataforma de gestión, en donde se han consolidado veinticinco talleres de fotografía de fin de semana anuales y otras muchas más actividades particulares y privadas para grupos de amantes de la natura, fotógrafos nacionales de todas las comunidades, extranjeros que han dejado y aportado un capital importante a los destinos rurales a los que hemos aconsejado, visitado y guiado, (calculamos unos cincuenta mil euros anuales que son dos mil euros por actividad, gastados entre alojamientos, comidas y cenas del grupo de diez personas en dichas localidades por las veinticinco actividades) y además con la ventaja de ser el turismo que nos interesaba que conociera dichos lugares y entornos naturales, que acaba siendo un turismo fiel y que además de respetar lo que le hemos mostrado, sabrá en el futuro volver a visitarlo con más personas que seguirán pasando de unos a otros el mensaje que les hemos trasladado.
No podemos estar más orgullosos de esa apuesta, que años después sigue más viva que nunca, pues ahora echando la vista atrás, estoy seguro que no es, ni fué una moda, como tantas que vemos que pasan por ahí, de copy y paste que año tras año se esfuman. Para nosotros ese es nuestro éxito, por tozudos, pues hay muchas formas de usar la fotografía, tanto para concursos, como hobby o como herramienta de denuncia, pues existe el ánimo de no hacer las cosas para uno mismo, sino por convicción, para servir de nexo entre entorno rural y los demás o hacer entender un valor en el que llevamos creyendo mucho, que es importante y debe ser cuidado y conocido, ya sea con la excusa de la fotografía o con la que desees, pues preservar nuestro entorno y ayudar a ello es una de las metas que algunos nos comprometimos desde hace mucho tiempo, al menos para que sirva como muestra y granito de arena a la conservación del medio rural en el que habitamos.