El periodo otoñal quizá sea uno de los más agradecidos en cuanto a fotografía se trata, ya que todo el entorno rural, campiñas, dehesas, bosques de ribera o de los valles altos muestran un escenario natural con un rango tonal amplio y lleno de matices.
Desde los más tempranos, a finales de septiembre, de paseo por el interior de los barrancos, como es el caso del taller pre-otoñal que cada año realizamos en Cañón de Río Lobos, en Soria, con sus chopos coloreando la entrada del otoño. El siguiente, el del Pallars Sobirà a finales de septiembre y que este año nos despide durante casi seis semanas por los viajes fotográficos de otoñoot Islandia, Eslovenia, Toscana,
Pero luego volvemos a mediados de noviembre del último, después del viaje con Turinea a Bulgaria, para volver con nuestra estación en el Taller de fotografía de paisaje otoñal en Roncesvalles y Erro, Uno de los pocos reductos libres todavía de turismo como por ejemplo, la vecina Irati, que a pesar de su belleza, como tantos otros rincones en otoño peninsular, ha perdido encanto para visitar en fines de semana, por lo complicado que se pone su acceso debido a la masificación en estas fechas principalmente, y cuya solución es simple, visitar estos lugares más populares, entre semana.
El último de los talleres de fotografía que realizamos a finales de noviembre es en el Sobrarbe, alojados en la villa medieval de Aínsa y rodeados de localizaciones con identidad propia. Una experiencia como cada año para descubrir el paisaje pirenaico y el entorno rural privilegiado, rodeados del Geoparque de Guara o del Parque Nacional de Ordesa y Monte perdido con joyas como el cañón de Añisclo, la garganta de Escuaín, Pineta o el valle de Viu.
Anímate, y date un respiro, sal al monte, y si te apetece hacer fotos con gente como tu, entusiastas de la naturaleza y los bosque otoñales, No te lo pierdas, este otoño tienes todas estas propuestas de las que todavía quedan plazas disponibles, pero no te retrases, pues ya sabes, que cada vez con más antelación se van cubriendo.